Descubre los alimentos cancerigenos que consumes a diario, y que no sabias que te podrían hacer daño si lo comes en gandes cantidades o sin una dieta balanceada, lee con mucha atención y tenlo mucho en cuenta al momentos de salir de compras para el hogar.
El pescado salado
De acuerdo con la Sociedad Canadiense del Cáncer, las zonas donde el consumo de pescado salado es elevado presentan una alta incidencia de cáncer nasofaríngeo. Dicho de otro modo, ingerir grandes cantidades de pescado salado incrementa significativamente el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
La harina blanca
Para blanquear la harina, los fabricantes emplean cloro y dióxido de cloro. Inhalar estos químicos es perjudicial para la salud, así que imagina los efectos al ingerirlos. Además, la harina blanca tiene un índice glucémico alto, elevando los niveles de azúcar en la sangre y, por ende, aumentando el riesgo de diabetes y cáncer. Por lo tanto, es más saludable consumir harina de trigo integral.
Los cacahuetes
Los cacahuetes son ricos en vitaminas y minerales, pero en ciertas circunstancias pueden contribuir al desarrollo de cáncer. Los cacahuetes que han sido mal procesados o almacenados inadecuadamente pueden contener altas cantidades de aflatoxina, una sustancia producida por mohos y hongos que incrementa el riesgo de cáncer de hígado. En algunos países de África y Asia, existe el peligro de que los cacahuetes estén contaminados con aflatoxina. Si viajas o resides en esas áreas, es recomendable evitar el consumo de cacahuetes.
Las palomitas de microondas
Las palomitas de maíz para microondas contienen muchas calorías, pero no hay problema en disfrutarlas ocasionalmente. Son deliciosas y fáciles de hacer. No obstante, debes tener en cuenta que para lograr el sabor artificial de mantequilla, los fabricantes usan químicos que pueden contribuir al desarrollo de cáncer de testículos, hígado y páncreas. La próxima vez que te apetezcan palomitas, es mejor hacerlas en casa. Sin mantequilla ni sal, serán un refrigerio excelente y saludable.
Las papas fritas
Estas también contienen acrilamida. Un estudio sueco descubrió que esta substancia se encuentra igualmente en el humo del cigarrillo.
Las papas de bolsita
Lamentablemente, sustituir las palomitas por papas fritas no es una mejor opción. Según la “Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos”, cuando las papas fritas se cocinan a altas temperaturas, un compuesto químico potencialmente cancerígeno llamado acrilamida se forma en ellas. En las papas fritas de bolsa, la cantidad de acrilamida es 500 veces mayor que el límite máximo recomendado por la OMS para el agua.
Los aceites vegetales
Muchos alimentos se elaboran con este tipo de aceite. Un estudio francés indica que estos aceites pueden contribuir al desarrollo de cáncer de seno y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. El aceite vegetal se utiliza en numerosos productos disponibles en los supermercados. Para reducir el riesgo de cáncer, es aconsejable disminuir la compra de alimentos procesados y optar por usar aceite de oliva en casa.
Los productos genéticamente modificados
Diversos estudios en animales han demostrado una conexión entre el desarrollo de tumores cancerosos, especialmente en el abdomen, y el consumo de productos genéticamente modificados.
Azúcar refinado
El consumo de azúcar refinado promueve el desarrollo del cáncer, ya que facilita la multiplicación de las células cancerosas. De todos los alimentos que contienen azúcar refinado, el jarabe de maíz es particularmente dañino para la salud.
La leche
Es conocido que la leche es rica en calcio, lo cual beneficia a los huesos. Sin embargo, un estudio realizado en 2004 señala que los hombres que consumen grandes cantidades de leche aumentan en un 68% su riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Esto parece estar relacionado con la grasa animal presente en la leche. ¡Pero atención! Esto no significa que debas eliminar la leche de tu dieta. Consumir hasta 2 vasos de leche al día es seguro y no representa un riesgo.
Los tomates en conserva
Estos tomates son populares por ser económicos y fáciles de preparar. No obstante, el laboratorio XenoAnalytical LLC, vinculado a la Universidad de Missouri, informó en 2008 que algunos productos en conserva, especialmente la salsa y el jugo de tomate, contienen bisfenol A. Este químico se utiliza en la fabricación de artículos de plástico, como discos y botellas de agua. El bisfenol A no solo incrementa el riesgo de cáncer de seno, sino también los riesgos de hiperactividad, déficit de atención, trastornos hormonales y obesidad.
El pan blanco
El estudio mencionado anteriormente también señala al pan blanco. Este alimento común aumenta en un 49% el riesgo de cáncer de pulmón. Al elevar los niveles de glucosa en el cuerpo, se incrementa la probabilidad de desarrollar cáncer. ¿Necesitas otra razón para elegir el pan integral?
La pasta blanca
A la mayoría nos encanta la pasta; es un elemento habitual en nuestra dieta y mucha gente la consume al menos una vez por semana. Sin embargo, consumir grandes cantidades de pasta blanca aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, ¡incluso en personas que nunca han fumado! Investigadores de Texas han establecido una relación entre el cáncer de pulmón y los carbohidratos. Cuantos más carbohidratos tenga un alimento, mayor es el riesgo de cáncer que promueve. ¡Y la pasta contiene muchos carbohidratos!
El salmón de criadero
Cierto, el salmón es una excelente fuente de omega-3, pero para reducir el riesgo de cáncer debemos considerar su origen. Un estudio publicado en 2004 encontró que los contaminantes orgánicos en el salmón de criadero son considerablemente más altos que en el salmón salvaje. Con el tiempo, una persona que consume salmón de criadero una vez al mes tiene más probabilidades de desarrollar cáncer que si opta por el salmón salvaje.
Las bebidas gaseosas
Es comúnmente sabido que las bebidas gaseosas contribuyen al aumento de peso, ¿pero sabías que también pueden incrementar el riesgo de cáncer? Algunos científicos suecos respaldan esta afirmación. En el 2012, publicaron un estudio en el American Journal of Clinical Nutrition donde concluyeron que los hombres que consumen una lata de refresco al día tienen un 40% más de riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Este riesgo se incrementa en hombres mayores de 45 años.
Las bebidas calientes
¿Eres fanático del café, té, sopa, u otros líquidos calientes? Antes de consumirlos, asegúrate de que no estén a una temperatura demasiado alta. Según la Agencia de Investigación sobre el Cáncer de la OMS, beber líquidos que estén más calientes de 65 grados Celsius incrementa el riesgo de padecer cáncer de esófago.
La carne demasiado cocida
Algunas entidades de salud sugieren cocinar la carne para prevenir ciertas enfermedades, pero es importante no sobrecocinarla, ya que esto aumenta el riesgo de cáncer. Cuando la carne se cocina demasiado o se quema en la parrilla, se generan hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), sustancias cancerígenas. Cocinar al vapor o al horno reduce la formación de HAP.
El alcohol
Beber ocasionalmente una copa de alcohol no te causará cáncer. Sin embargo, si consumes alcohol diariamente y superas las dos copas, aumentas considerablemente el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer. Según el Programa Nacional de Adicciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, en comparación con los no bebedores, aquellos que consumen 3.5 copas de alcohol o más al día (equivalente a 50 gramos de alcohol) tienen tres veces más riesgo de padecer cáncer de boca, faringe o laringe, y 1.5 veces más riesgo de cáncer colorrectal. ¡Esta es otra razón importante para consumir alcohol con moderación!
La carne roja
Es tentador resistirse a un suculento trozo de carne roja. Aunque deliciosa, la carne roja guarda un secreto preocupante. De acuerdo con el estudio de la OMS, aquellos que consumen 100 gramos de carne roja al día tienen un 17% más de riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Para reducir esta posibilidad, simplemente es necesario disminuir el consumo diario de carne roja o procesada. Puedes reemplazarla ocasionalmente con legumbres o tofu, por ejemplo.
La carne transformada o embutidos
¿Sueles incluir en tu dieta carnes procesadas como salami, tocino o salchichas? Sin querer asustarte, te recomendamos que revises tu elección de alimentos. La Organización Mundial de la Salud examinó 10 estudios científicos y encontró que consumir tan solo 50 gramos de carne procesada al día aumenta en un 18% el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.