Mónaco frenó el interés del Barcelona. De repente. La primera derrota del Barça de la temporada se produjo en el Stade Louis II, el segundo viaje del Barça a Europa en 30 años, con el gol de Hristo Stroichkov en abril de 1994 ayudando al equipo a conseguir la victoria. mucho. Demasiado. 2-1, espero que esta derrota sea solo una excepción. Más aún, y su juego. O la falta de ella…
Después de un maravilloso comienzo de Liga, el Barcelona estaba lleno de confianza, optimismo y alegría. Pero Mónaco los dejó fuera en un comienzo deprimente, mostrando su peor actuación de la temporada y pagando el precio durante un cuarto de hora. Bórralo de tu memoria. La expulsión de Eric García a los diez minutos fue patética y ridícula, el error y el desastre de Ter Stegen lo empeoraron, pero el soberbio gol de Akliusz a los cinco minutos… no eclipsó la estatua del portero alemán. Nadie quiere poder desde allí.
La brillantez de Lamin Jamar, uno de los pocos aspectos positivos de la joven estrella, rescató al Barça para superar un debut agradable pero frustrante en la Liga de Campeones en el período previo al final. Los de Flick fueron sorprendidos por el Mónaco, fue un cara a cara con más intensidad y presión que no supieron manejar. Se tomó el tiempo de verlo en el Stade Louis II y terminó con su peor actuación de la temporada antes de lucir magnífico en su debut continental después de un mes de competición.
Errores conceptuales, errores globales y errores personales, como que Kubasi pasara el balón sin querer, Ilenikin metiera el balón en la portería de Ter Stegen, y Ter Stegen ni siquiera se atreviera a salir a buscar el balón. El VAR, sin embargo, le evitó la humillación final y anuló el penalti ejecutado por Íñigo Martínez, que, por supuesto, no debería haber sido así. Europa todavía ofrece redención.
El acontecimiento de Mónaco no debería perjudicar mucho al Barça en términos de resultados, pero sin duda fue una auténtica llamada de atención. Acostumbrado a mandar, complacer, correr y luchar esta temporada, le resultará doloroso pensar en un rival tan joven como él, tan centrado en la lucha y mucho más acertado en combinaciones, ataques y remates.
La Liga de Campeones acaba de empezar… Pero en Barcelona, cuya sonrisa desapareció de repente, la situación no podría ser peor.